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Análisis de la NASA confirma un año de temperaturas mensuales récord
Mayo de 2024 fue el mayo más caluroso en el registro moderno de temperaturas y ha marcado un año completo de temperaturas mensuales récord, según hallazgos de científicos de la NASA.
Las temperaturas globales promedio de los últimos 12 meses alcanzaron máximos récord para cada mes respectivo, lo cual es una racha sin precedentes, según científicos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés) de la NASA en Nueva York.
“Es evidente que nos enfrentamos a una crisis climática”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. “Comunidades en diferentes lugares de Estados Unidos —como Arizona, California, Nevada— y del mundo están sintiendo de cerca un calor extremo en cifras sin precedentes. La NASA y la Administración Biden-Harris reconocen la urgencia de proteger nuestro planeta natal. Estamos proporcionando datos críticos sobre el clima para mejorar la vida y los medios de subsistencia, y para beneficio de toda la humanidad”.
La serie de temperaturas récord se corresponde con una tendencia al calentamiento a largo plazo impulsada por la actividad humana, principalmente por las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esta tendencia se ha hecho evidente en las últimas cuatro décadas, y los últimos 10 años consecutivos han sido los 10 más cálidos desde que comenzó el mantenimiento de registros a finales del siglo XIX. Antes de esta racha de 12 meses consecutivos de temperaturas récord, la segunda racha más larga duró siete meses, entre 2015 y 2016.
“Estamos experimentando más días calurosos, más meses calurosos, más años calurosos”, dijo Kate Calvin, jefa científica de la NASA y asesora sénior para asuntos climáticos.
“Sabemos que estos aumentos de temperatura son impulsados por nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y que están afectando a gente y ecosistemas de todo el mundo”.
En el análisis de la NASA, una línea de base de la temperatura se define por varias décadas o más, generalmente 30 años. La temperatura promedio global en los últimos 12 meses se ubicó 1,30 grados Celsius (2,34 grados Fahrenheit) por encima de la línea de base del siglo XX (1951 a 1980).
Esto está ligeramente por encima del nivel de 1,5 grados Celsius (2,69 grados Fahrenheit) con respecto al promedio de finales del siglo XIX.
Para calcular la temperatura global de la Tierra, los científicos de la NASA recopilan datos provenientes de decenas de miles de estaciones meteorológicas en tierra, además de miles de instrumentos en barcos y boyas en la superficie del océano.
Estos datos brutos se analizan utilizando métodos que tienen en cuenta el distanciamiento variado de las estaciones de medición de temperatura en todo el mundo y los efectos del calor urbano que podrían sesgar los cálculos.
Fenómenos como El Niño y La Niña, que alternativamente calientan y enfrían el océano Pacífico tropical, pueden contribuir con una pequeña cantidad de variabilidad en las temperaturas globales de uno a otro año.
El fuerte episodio de El Niño que comenzó en la primavera boreal de 2023 contribuyó a avivar el calor extremo del verano y el otoño del año pasado.
A partir de mayo de 2024, los científicos del Centro de Predicciones Climáticas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) proyectaron una probabilidad del 49% de que La Niña se desarrolle entre junio y agosto, y una probabilidad del 69% de que se desarrolle entre julio y septiembre.
Al enfriar una gran franja del Pacífico tropical, un evento de La Niña podría contener parcialmente las temperaturas promedio globales de este año.
Es difícil saber si 2024 establecerá otro récord mundial de calor. Factores como las erupciones volcánicas y las emisiones de aerosoles que bloquean el Sol pueden afectar nuestro clima en un año determinado. Las misiones de la NASA están estudiando activamente estas influencias, dijo Gavin Schmidt, director del GISS.
“Hay cuestiones sin resolver que pueden afectar nuestras predicciones en los próximos años y en las próximas décadas, y estamos en modo de recopilación de evidencia”, dijo Schmidt. “Este año bien podría terminar marcando otro récord global de temperatura. En este momento, está en camino de acercarse a 2023”.
Los científicos están observando cómo las temperaturas de los océanos pueden influir en la temporada de huracanes de este año. Las temperaturas se mantuvieron altas mientras comenzaban las temporadas de huracanes y tifones de 2024.
A lo largo del hemisferio norte, las temperaturas oceánicas para el período de enero a abril estuvieron 1,18 grados Celsius (2,12 grados Fahrenheit) por encima de promedio, según la NOAA.
A pesar del debilitamiento de El Niño, en muchos lugares las temperaturas en la superficie del mar y en aguas más profundas todavía están por encima del promedio, dijo Josh Willis, oceanógrafo del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en el sur de California.
Willis mencionó el aumento de las emisiones de dióxido de carbono como el principal impulsor del calentamiento del océano. Hasta el 90% del exceso de calor atmosférico en las últimas décadas ha sido absorbido por el océano, y gran parte de ese calor se ha almacenado cerca de la superficie del agua.
“El océano es el volante de inercia de nuestro clima”, dijo Willis. “Dado que el océano cubre más de dos tercios de la Tierra, cualesquiera que sean las temperaturas de la superficie del mar, el resto del planeta se verá afectado".
Los años de La Niña también pueden contribuir a temporadas de huracanes más activas en el Atlántico. Esto se debe a que las condiciones de La Niña debilitan los vientos del oeste en la atmósfera cerca de las Américas, por encima del mar Caribe y el océano Atlántico tropical.
La cizalladura del viento (los cambios abruptos en su velocidad y dirección) puede atajar los huracanes antes de que estos se desarrollen. La Niña suprime este freno con eficacia, permitiendo que las tormentas tropicales se formen e intensifiquen sin obstáculos.