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El Cáncer
Cáncer del intestino delgado
Información general sobre el cáncer del intestino delgado
El cáncer del intestino delgado es una enfermedad poco común por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos del intestino delgado.
El intestino delgado es parte del aparato digestivo del cuerpo, que también incluye el esófago, el estómago y el intestino grueso. El aparato digestivo elimina y procesa nutrientes (vitaminas, minerales, carbohidratos, grasas, proteínas y agua) de los alimentos y ayuda a evacuar los desechos del cuerpo. El intestino delgado es un tubo largo que conecta el estómago con el intestino grueso. Se pliega varias veces para acomodarse dentro del abdomen.
Hay cinco tipos de cáncer del intestino delgado.
Los tipos de cáncer que se encuentran en el intestino delgado son el adenocarcinoma, el sarcoma, los tumores carcinoides, el tumor del estroma gastrointestinal y el linfoma. Este sumario trata sobre el adenocarcinoma y el leiomiosarcoma (un tipo de sarcoma).
El adenocarcinoma se origina en las células glandulares del revestimiento del intestino delgado y es el tipo más común de cáncer de intestino delgado. La mayoría de estos tumores se presentan en la parte del intestino delgado cerca del estómago. Pueden crecer y bloquear el intestino.
El leiomiosarcoma se inicia en las células musculares lisas del intestino delgado. La mayoría de estos tumores se presenta en la parte del intestino delgado cerca del intestino grueso.
El régimen alimentario y los antecedentes de salud repercuten en el riesgo de desarrollar cáncer del intestino delgado.
Cualquier cosa que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de cáncer; no tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de cáncer. Las personas que piensan que pueden estar en riesgo deben consultar esto con su médico. Entre los factores de riesgo figuran los siguientes:
• Comer alimentos con alto contenido de grasas.
• Padecer de la enfermedad de Crohn.
• Padecer de una enfermedad celiaca.
• Padecer de poliposis adenomatosa familiar (PAF).
Entre los signos que pueden indicar un cáncer de intestino delgado se incluyen dolor abdominal y pérdida de peso sin explicación.
Estos y otros síntomas se pueden deber a un cáncer de intestino delgado o a otras afecciones. Se debe consultar con un médico si se presenta cualquiera de los siguientes problemas:
• Dolor o calambres en el medio del abdomen.
• Pérdida de peso sin razón conocida.
• Una masa en el abdomen.
• Sangre en la materia fecal.
Para detectar (encontrar), diagnosticar y estadificar el cáncer del intestino delgado se utilizan pruebas que examinan el intestino delgado.
Los procedimientos que permiten crear imágenes del intestino delgado y el área que lo rodea ayudan a diagnosticar el cáncer de intestino delgado y revelan hasta qué lugar se diseminó el cáncer. El proceso utilizado para determinar si células cancerosas se diseminaron dentro y alrededor del intestino delgado se llama estadificación.
A fin de planificar el tratamiento es importante conocer el tipo de cáncer de intestino delgado y si se puede utilizar cirugía para extirpar el tumor. Las pruebas y los procedimientos para detectar, diagnosticar y estadificar el cáncer de intestino delgado se suelen realizar al mismo tiempo. Pueden utilizarse las siguientes pruebas y procedimientos:
• Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para verificar signos generales de la salud y comprobar los signos de enfermedad, como masas o todo lo que tenga aspecto no habitual. También anotan datos sobre los hábitos de salud del paciente, y los antecedentes de enfermedades y tratamientos anteriores.
• Estudios de la química de la sangre: procedimiento mediante el cual se examina una muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias liberadas a la misma por órganos y tejidos del cuerpo. Una cantidad inusual (mayor o menor que lo normal) de una sustancia puede ser un signo de enfermedad en el órgano o el tejido que la produce.
• Pruebas del funcionamiento del hígado: procedimiento en el cual se analiza una muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias que el hígado libera a la sangre. Una cantidad más alta que la normal de una sustancia puede ser un signo de enfermedad del hígado que puede ser causada por el cáncer de intestino delgado.
• Radiografía del abdomen: una radiografía de los órganos en el abdomen. Una radiografía es un tipo de haz de energía que atraviesa el cuerpo y se plasma en una película, logrando una imagen del interior del cuerpo.
• Enema de bario: serie de radiografías del tubo gastrointestinal (GI) inferior. Se introduce en el recto un líquido que contiene bario (un compuesto metálico, de color plateado blancuzco). El bario recubre el tubo gastrointestinal inferior y se toman radiografías. Este procedimiento también se llama serie GI inferior.
• Prueba de sangre oculta en la materia fecal: prueba que se usa para verificar si las heces (residuos sólidos) contienen sangre que solo se puede ver bajo un microscopio. Se colocan muestras pequeñas de materia fecal sobre unas láminas especiales y se envían al médico o al laboratorio para analizarlas.
• Endoscopia superior: procedimiento utilizado para analizar el interior del esófago, el estómago y el duodeno (primera parte del intestino delgado, cerca del estómago). Se introduce un endoscopio por la boca hacia el esófago, el estómago y el duodeno. Un endoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. También puede tener una herramienta para extraer muestras de tejido, que se observan bajo un microscopio para determinar si hay signos de cáncer.
• Serie GI superior con seguimiento del intestino delgado: serie de radiografías del esófago, el estómago y el intestino delgado. El paciente bebe un líquido que contiene bario (un compuesto metálico, de color plateado blancuzco). El líquido recubre el esófago, el estómago y el intestino delgado. Se toman radiografías en diferentes momentos a medida que el bario avanza por el tracto GI superior y el intestino delgado.
• Biopsia: extracción de células o tejidos para estudiarlos bajo un microscopio a fin de determinar la presencia de signos de cáncer. Esto se puede realizar durante una endoscopia. La muestra es observada por un patólogo para determinar si contiene células cancerosas.
• Exploración por TC (exploración por TAC): procedimiento mediante el cual se toma una serie de imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere para que los órganos o tejidos se vean más claramente. Este procedimiento también se llama tomografía computada, tomografía computadorizada o tomografía axial computarizada.
• IRM (imágenes por resonancia magnética): procedimiento para el que usa un imán, ondas de radio y una computadora para crear una serie de imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
• Biopsia de ganglios linfáticos: extirpación total o parcial de un ganglio linfático. Un patólogo observa el tejido bajo un microscopio para identificar células cancerosas.
• Laparotomía: procedimiento quirúrgico para el que se realiza una incisión (corte) en la pared abdominal para verificar si hay signos de enfermedad en el interior del abdomen. El tamaño de la incisión depende del motivo por el que se lleva a cabo la laparotomía. A veces, se extraen órganos o muestras de tejido que se observan bajo un microscopio para determinar si hay signos de enfermedad.
Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.
El pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:
• Tipo de cáncer del intestino delgado.
• Si el cáncer está solo en el revestimiento interno del intestino delgado o se diseminó hacia la pared del intestino delgado o más allá de la misma.
• Si el cáncer se diseminó hasta otros lugares del cuerpo, como los ganglios linfáticos, el hígado o el peritoneo (tejido que reviste la pared del abdomen y cubre la mayoría de los órganos del abdomen).
• Si el cáncer se extirpó completamente mediante cirugía.
• Si el cáncer recién se diagnosticó o recidivó.
Estadios del cáncer del intestino delgado
Las pruebas y los procedimientos para estadificar el cáncer de intestino delgado se suelen realizar en el momento del diagnóstico.
La estadificación se emplea para determinar hasta qué lugar se diseminó el cáncer, pero las decisiones sobre el tratamiento no se basan en el estadio. Para una descripción de las pruebas y los procedimientos empleados para detectar, diagnosticar y estadificar el cáncer de intestino delgado, consultar la sección sobre Información general.
El cáncer se disemina en el cuerpo de tres maneras.
Las tres maneras en que el cáncer se disemina en el cuerpo son las siguientes:
• A través del tejido. El cáncer invade el tejido normal que lo rodea.
• A través del sistema linfático. El cáncer invade el sistema linfático y circula por los vasos linfáticos hasta otros lugares en el cuerpo.
• A través de la sangre. El cáncer invade las venas y los capilares, y circula por la sangre hasta otros lugares en el cuerpo.
Cuando las células cancerosas se separan del tumor primario (original) y circulan a través de la linfa o la sangre hasta otros lugares del cuerpo, se puede formar otro tumor (secundario). Este proceso se llama metástasis. El tumor secundario (metastásico) es el mismo tipo de cáncer que el tumor primario. Por ejemplo, si el cáncer de mama se disemina hasta los huesos, las células cancerosas de los huesos son en realidad células de cáncer de mama. La enfermedad es cáncer metastásico de mama, no cáncer del hueso.
El cáncer de intestino delgado se agrupa de acuerdo con la posibilidad de extirpar o no el tumor mediante cirugía.
El tratamiento depende de si el tumor se puede extirpar mediante cirugía y si el cáncer se trata como un tumor primario o si se trata de cáncer metastásico.
Cáncer de intestino delgado recidivante
El cáncer de intestino delgado recidivante es cáncer que recidivó (volvió) después de haber sido tratado. El cáncer puede volver al intestino delgado o a otras partes del cuerpo.
Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Hay diferentes tipos de tratamientos para los pacientes de cáncer de intestino delgado.
Hay diferentes tipos de tratamiento disponibles para los pacientes con cáncer de intestino delgado. Algunos tratamientos son estándar (el tratamiento actualmente usado) y otros se encuentran en evaluación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico de un tratamiento es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
Cuando los ensayos clínicos muestran que un nuevo tratamiento es mejor que el tratamiento estándar, el tratamiento nuevo se puede convertir en el tratamiento estándar. Los pacientes deberían pensar en participar en un ensayo clínico. Algunos ensayos clínicos están abiertos solo para pacientes que no han comenzado un tratamiento.
Se utilizan tres tipos de tratamiento estándar:
Cirugía
La cirugía es el tratamiento más común del cáncer de intestino delgado. Se puede realizar uno de los siguientes tipos de cirugía:
• Resección: cirugía para extirpar total o parcialmente un órgano que contiene cáncer. La resección puede incluir el intestino delgado y los órganos cercanos (si el cáncer se diseminó). El médico puede extirpar la sección del intestino delgado que contiene cáncer y realizar una anastomosis (unión de los extremos cortados del intestino). El médico habitualmente extirpa los ganglios linfáticos cercanos al intestino delgado y los examina bajo un microscopio para determinar si contienen cáncer.
• Derivación del flujo: cirugía para permitir que los alimentos en el intestino delgado pasen alrededor (desvío) de un tumor que bloquea el intestino pero que no se puede extirpar.
Incluso si el médico extirpa todo el cáncer visible en el momento de la cirugía, se puede administrar radioterapia a algunos pacientes después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que haya quedado. El tratamiento administrado después de la cirugía para disminuir el riesgo de que el cáncer vuelva se llama terapia adyuvante.
Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento contra el cáncer que utiliza rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para eliminar células cancerosas o impedir que crezcan. Hay dos tipos de radioterapia. La radioterapia externa utiliza una máquina fuera del cuerpo que envía radiación al cáncer. La radioterapia interna utiliza una sustancia radiactiva sellada en agujas, semillas, cables o catéteres que se colocan directamente en el cáncer o cerca del mismo. La forma de administración de la radioterapia depende del tipo y el estadio del cáncer que está siendo tratado.
Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento contra el cáncer que utiliza medicamentos para impedir el crecimiento de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o impidiendo su multiplicación. Cuando la quimioterapia se administra oralmente o se inyecta en una vena o músculo, los medicamentos ingresan al torrente sanguíneo y llegan a células cancerosas de todo el cuerpo (quimioterapia sistémica). Cuando la quimioterapia se aplica directamente en el líquido cefalorraquídeo, un órgano o una cavidad corporal como el abdomen, los medicamentos afectan principalmente células cancerosas de esas áreas (quimioterapia regional). La forma de administración de la quimioterapia depende del tipo y el estadio del cáncer que está siendo tratado.
Terapia biológica
La terapia biológica es un tratamiento que utiliza el sistema inmunitario del paciente para luchar contra el cáncer. Se emplean sustancias elaboradas por el cuerpo o producidas en un laboratorio para estimular, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer. Este tratamiento también se llama bioterapia o inmunoterapia.
Radioterapia con radiosensibilizadores
Los radiosensibilizadores son medicamentos que aumentan la sensibilidad de las células tumorales a la radioterapia. La combinación de radioterapia con radiosensibilizadores puede destruir más células tumorales.
Los pacientes deberían pensar en participar en un ensayo clínico.
Para algunos pacientes, la mejor elección de tratamiento puede ser participar en un ensayo clínico. Los ensayos clínicos forman parte del proceso de investigación del cáncer. Los ensayos clínicos se llevan a cabo para determinar si los tratamientos nuevos para el cáncer son seguros y eficaces, o mejores que el tratamiento estándar.
Muchos de los tratamientos estándar actuales se basan en ensayos clínicos anteriores. Los pacientes que participan en un ensayo clínico pueden recibir el tratamiento estándar o estar entre los primeros en recibir el tratamiento nuevo.
Los pacientes que participan en los ensayos clínicos también ayudan a mejorar la forma en que se tratará el cáncer en el futuro. Aunque los ensayos clínicos no conduzcan a tratamientos nuevos eficaces, a menudo responden a preguntas importantes y ayudan a avanzar en la investigación.
Los pacientes pueden entrar a formar parte de los ensayos clínicos antes, durante o después de comenzar su tratamiento para el cáncer.
Algunos ensayos clínicos sólo incluyen a pacientes que todavía no recibieron tratamiento. Otros ensayos prueban los tratamientos para los pacientes cuyo cáncer no mejoró. También hay ensayos clínicos que prueban nuevas maneras de impedir que el cáncer recidive (vuelva) o de reducir los efectos secundarios del tratamiento de cáncer.
Los ensayos clínicos se realizan en muchas partes del país. Consultar la sección sobre Opciones de Tratamiento para encontrar enlaces en inglés a los ensayos clínicos que se realizan actualmente.
Pueden necesitarse pruebas de seguimiento.
Algunas de las pruebas que se usaron para diagnosticar el cáncer o para determinar el estadio del cáncer se pueden repetir. Algunas pruebas se repiten para asegurarse que el tratamiento es eficaz. Las decisiones acerca de seguir, cambiar o suspender el tratamiento se pueden basar en los resultados de estas pruebas. Esto a veces se llama reestadificación.
Algunas de las pruebas se seguirán repitiendo esporádicamente después de terminar el tratamiento. Los resultados de estas pruebas pueden mostrar si la afección cambió o si el cáncer recidivó (volvió). Estas pruebas a veces se llaman pruebas de seguimiento o exámenes médicos.
Opciones de tratamiento para el cáncer del intestino delgado
Adenocarcinoma del intestino delgado
Toda vez que sea posible, el tratamiento del adenocarcinoma del intestino delgado será cirugía para extirpar el tumor y parte del tejido normal que lo rodea.
El tratamiento del adenocarcinoma del intestino delgado que no se puede extirpar mediante cirugía puede incluir los siguientes procedimientos:
• Cirugía que se realiza con el propósito de crear una nueva vía para la circulación de los líquidos corporales que pasen por alto el tumor.
• Radioterapia como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
• Participación en un ensayo clínico de radioterapia con radiosensibilizadores, con quimioterapia o sin ella.
• Participación en un ensayo clínico de medicamentos nuevos contra el cáncer.
• Participación en un ensayo clínico de terapia biológica.
Leiomiosarcoma del intestino delgado
Toda vez que sea posible, el tratamiento del leiomiosarcoma del intestino delgado será cirugía para extirpar el tumor y parte del tejido normal que lo rodea.
El tratamiento del leiomiosarcoma del intestino delgado que no se puede extirpar mediante cirugía puede incluir los siguientes procedimientos:
• Cirugía (se realiza con el propósito de crear una nueva vía para la circulación de los líquidos corporales que pasen por alto el tumor) y radioterapia.
• Cirugía, radioterapia o quimioterapia como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
• Participación en un ensayo clínico de medicamentos nuevos contra el cáncer.
• Participación en un ensayo clínico de terapia biológica.
Cáncer del intestino delgado recidivante
El tratamiento del cáncer de intestino delgado recidivante que se diseminó hasta otras partes del cuerpo habitualmente se administra en un ensayo clínico con nuevos medicamentos contra el cáncer o terapia biológica.
El tratamiento de cáncer del intestino delgado que recidiva localmente puede incluir los siguientes procedimientos:
• Cirugía.
• Radioterapia o quimioterapia como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
• Participación en un ensayo clínico de radioterapia con radiosensibilizadores, con quimioterapia o sin ella.
Source: NCI, US | 18 DE SEPTIEMBRE DE 2015