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Combatir el calor
Después de un largo invierno encerrado, la llegada de los días soleados puede hacer que tenga ganas de salir al aire libre. Salir al aire libre puede ser beneficioso para usted en muchos sentidos. Proporciona oportunidades para hacer ejercicio. También puede mejorar su salud mental.
Pero a medida que aumenta el calor, también aumentan algunos riesgos para la salud. El calor intenso puede poner a prueba su cuerpo y su cerebro. El exceso de calor puede provocar una enfermedad relacionada con el calor llamada hipertermia. La hipertermia leve puede causar molestias, como calambres musculares o hinchazón en los tobillos y los pies.
El agotamiento por calor es más grave. Se produce cuando su cuerpo ya no puede mantenerse fresco. Puede comenzar a sentirse mareado o con náuseas. Otros síntomas incluyen sensación de sed, debilidad o falta de coordinación.
La forma más extrema de hipertermia es el golpe de calor. Un golpe de calor puede ocasionar la muerte, por lo que debe buscar ayuda médica de inmediato. Los síntomas incluyen desmayos o dificultades para caminar. Puede comenzar a sentirse confundido o agitado. También puede sentir mucho calor pero no sudar o tener la piel seca y enrojecida.
Algunas personas son más propensas que otras a padecer enfermedades relacionadas con el calor. Eso incluye bebés y niños pequeños, y a quienes padecen ciertas condiciones de salud, como enfermedades cardíacas, pulmonares o renales. Los adultos mayores son los más sensibles al calor. Eso se debe a que la capacidad del cuerpo para enfriarse cambia a medida que envejecemos.
Hay dos formas principales en que el cuerpo regula su temperatura, explica el Dr. Craig Crandall, que estudia los efectos del calor en el cuerpo en el Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern. “Una es aumentar la cantidad de sangre que fluye hacia la piel. La otra es cuánto sudamos".
Ninguna de estas dos formas funciona muy bien en los adultos mayores, dice Crandall. Eso hace que les resulte más difícil enfriarse. Su investigación ha demostrado que sentarse frente a un ventilador aumentaba la temperatura corporal de los adultos mayores en casos de calor extremo.
Eso se debe a que no sudaban lo suficiente cuando el aire caliente caía sobre su piel. Esto sugiere que los adultos mayores pueden necesitar utilizar otras formas de mantenerse frescos, como ir a un lugar con aire acondicionado.
El exceso de calor no es seguro para nadie. Si está afuera en el calor, beba mucha agua. No intente hacer ejercicio o realizar muchas actividades al aire libre cuando hace calor.
Si comienza a sentirse mal por el calor, descanse en un lugar fresco y beba mucho líquido. Si cree que alguien tiene un golpe de calor, llévelo a un lugar fresco.
“La sombra es tu amiga”, dice Crandall. "Si va a hacer ejercicio o a cortar el césped, tómese un descanso a la sombra".
Si es posible, vaya a una habitación con aire acondicionado por un rato. “Mientras se encuentre adentro, su temperatura central se enfriará”, explica Crandall. "Si se queda afuera, puede que simplemente suba más y más".
Si quiere hacer ejercicio al aire libre en verano, comience despacio. “Se necesitan entre 10 días y dos semanas para aclimatarse a temperaturas más altas”, dice Crandall.
El calor no es el único peligro durante el verano. También es importante proteger la piel y los ojos del sol.
Protéjase del calor y del sol
• Realice actividades al aire libre durante las horas más frescas del día, a primera hora de la mañana o al atardecer.
• Haga ejercicio en un espacio con aire acondicionado si es posible. O haga ejercicios en el agua.
• Trate de mantenerse en la sombra cuando esté al aire libre durante la luz solar máxima.
• Beba mucho líquido, especialmente agua. Evite las bebidas que contengan alcohol o cafeína.
• Use ropa protectora, como sombreros, camisas de manga larga y pantalones largos para bloquear los rayos dañinos del sol. Elija ropa holgada de colores claros.
• Use protector solar que bloquee tanto la radiación UVA como la UVB. Elija un factor de protección solar (FPS) de al menos 15, y preferiblemente de 30. Vuelva a aplique el protector solar con frecuencia.
• Use gafas de sol que bloqueen los rayos UVA y UVB.
• Si no tiene aire acondicionado, mantenga su casa lo más fresca posible. (Institutos Nacionales de la Salud)