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Cuidar su metabolismo
A medida que envejece, es posible que note que tiene menos masa muscular, menos energía y más grasa. Estas libras adicionales pueden perjudicar su salud.
Es fácil sentirse confundido con los consejos sobre dieta y ejercicio, pero ambos son fundamentales para evitar subir de peso a medida que envejece. Luego de cumplir los 30, los 40, los 50 años o más, puede tomar medidas para ayudar a combatir la gordura que puede acompañar a la edad.
Su metabolismo cambia a medida que envejece. Quema menos calorías y descompone los alimentos de manera diferente. También pierde músculo magro. A menos que haga más ejercicio y ajuste su dieta, puede subir de peso. La pancita de la mediana edad puede convertirse en una gordura generalizada.
"A medida que envejecen, en algún momento todas las personas pierden masa muscular y ganan grasa abdominal", dice el Dr. Mark Mattson, experto en envejecimiento y ejercicio de los NIH. El principal culpable del aumento de peso de la mediana edad es estar sentado mucho tiempo frente al televisor. "Comer en exceso y llevar un estilo de vida sedentario pueden acelerar los cambios metabólicos relacionados con la edad", dice Mattson.
Un elemento clave en los cambios relacionados con la edad es la sustancia química llamada leptina, que ayuda al cerebro al indicarle que deje de comer. Las señales de la leptina no funcionan igual de bien a medida que la persona envejece, por lo que puede continuar sintiendo hambre incluso después de comer. La obesidad hace que la leptina sea incluso menos efectiva.
"Cada cosa que come es, en cierta medida, un premio", dice la Dra. Josephine M. Egan, experta en diabetes y envejecimiento de los NIH. "Usted siente el sabor de la comida. Usted se siente bien. Las personas con peso normal se sentirán satisfechas si ingieren una pequeña porción de aquello que desean". A medida que se acumulan años y libras, sin embargo, tal vez necesite comer más de aquello que desea para obtener la misma sensación de satisfacción.
Tanto el envejecimiento como la obesidad también pueden modificar la forma en que el cuerpo procesa la glucosa — el azúcar que el cuerpo produce a partir de los alimentos y utiliza como energía. Estos cambios pueden llevar a desarrollar diabetes, que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, ceguera, amputaciones y otras enfermedades.
"La obesidad aumenta el riesgo y reduce la edad de inicio de muchas enfermedades relacionadas con el envejecimiento", dice Mattson. "En el largo plazo, esto afecta incluso al cerebro. La evidencia emergente sugiere que la diabetes y la obesidad de larga data pueden provocar cambios en las células del cerebro que tornan a las personas vulnerables al envejecimiento."
Luego de cumplir 50 años, probablemente necesite menos calorías. Pero también es importante mantener una nutrición adecuada, por lo que no debe no escatimar en alimentos saludables. El exceso de peso, así como el peso muy bajo, están relacionados con una mala salud, en especial en las personas mayores.
También es importante hacer ejercicio y moverse. "No importa qué edad tenga, la actividad física es buena para usted", dice Egan. Asegúrese de hablar con su proveedor de cuidados de la salud sobre maneras seguras de ajustar sus patrones de actividad física a medida que envejece. Si tiene un problema de salud específico que le preocupa, como artritis o una cirugía reciente, pídale consejos que lo ayuden a ejercitarse de manera segura. Trabajen juntos para elegir las actividades más apropiadas para usted.
Centrarse en la actividad física y en una alimentación saludable es fundamental para evitar el aumento de peso de la mediana edad y los problemas de salud que vienen de la mano.
Elecciones sabias
— Comprométase a llevar una dieta saludable.
— Limite el picoteo o los bocadillos entre comidas.
— Beba abundante agua.
— Muévase más. Suba por la escalera y haga pausas en su día para salir a caminar.
— Duerma mucho.
— Limite el consumo de alcohol. El alcohol tiene un alto contenido de calorías y puede empeorar las enfermedades comunes de los adultos mayores.
— Evite los productos con tabaco. (Institutos Nacionales de la Salud)