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Enfermedad de hígado graso no alcohólica (EHGNA) y esteatohepatitis no alcohólica (EHNA)
La enfermedad del hígado graso no alcohólica es una afección en la cual se acumula exceso de grasa en el hígado. Esta acumulación de grasa no se debe al consumo excesivo de alcohol. Cuando el consumo excesivo de alcohol hace que la grasa se acumule en el hígado, esta afección se denomina enfermedad del hígado relacionada con el alcohol.
Los dos tipos de enfermedad del hígado graso no alcohólica son el hígado graso no relacionado con el alcohol y la esteatohepatitis no alcohólica. Las personas suelen desarrollar un tipo de enfermedad del hígado graso no alcohólica u otro, aunque a veces a las personas con un tipo de EHGNA se les diagnostica posteriormente con el otro tipo de la enfermedad.
Hígado graso no relacionado con el alcohol (HGNA)
El hígado graso no relacionado con el alcohol es una forma de enfermedad del hígado graso no alcohólica en la que se tiene grasa en el hígado, pero poca o ninguna inflamación o daño hepático. Por lo general, el hígado graso no relacionado con el alcohol no evoluciona hasta el punto de causar daño o complicaciones hepáticas. Sin embargo, el hígado graso no relacionado con el alcohol puede causar dolor debido al agrandamiento del hígado.
Esteatohepatitis no alcohólica (EHNA)
La esteatohepatitis no alcohólica es la forma de enfermedad del hígado graso no alcohólica en la que la persona tiene inflamación del hígado y daño hepático, además de grasa en el hígado. La inflamación y el daño hepático de la esteatohepatitis no alcohólica pueden causar fibrosis o cicatrización del hígado. La esteatohepatitis no alcohólica podría causar cirrosis, que genera cicatrización y daños permanentes en el hígado. La cirrosis puede causar cáncer de hígado.
Los expertos no están seguros de por qué algunas personas con enfermedad del hígado graso no alcohólica tienen esteatohepatitis no alcohólica mientras que otras tienen hígado graso no relacionado con el alcohol.
¿Cuán común es la enfermedad del hígado graso no alcohólica?
La mayoría de las personas con enfermedad del hígado graso no alcohólica tienen hígado graso no relacionado con el alcohol. Solo una pequeña cantidad de personas con enfermedad del hígado graso no alcohólica tiene esteatohepatitis no alcohólica.
Los expertos estiman que alrededor del 24% de los adultos en los Estados Unidos tienen enfermedad del hígado graso no alcohólica y entre el 1.5% y el 6.5% tienen esteatohepatitis no alcohólica.
¿Quién tiene más probabilidad de desarrollar la enfermedad del hígado graso no alcohólica?
La enfermedad del hígado graso no alcohólica es más común en personas que tienen ciertas enfermedades y afecciones, incluida la obesidad y afecciones que podrían estar relacionadas con la obesidad, como diabetes tipo 2. Los estudios sugieren que entre un tercio y dos tercios de las personas con diabetes tipo 2 tienen enfermedad del hígado graso no alcohólica.
Las investigaciones además sugieren que la enfermedad del hígado graso no alcohólica está presente en hasta el 75% de las personas con sobrepeso y en más del 90% de las personas que tienen obesidad severa.
La enfermedad del hígado graso no alcohólica puede afectar a las personas de cualquier edad, incluso a los niños. Las investigaciones sugieren que cerca del 10% de los niños en los Estados Unidos entre 2 y 19 años tienen enfermedad del hígado graso no alcohólica. Sin embargo, las personas tienen más probabilidad de desarrollar esta enfermedad a medida que envejecen.
Si bien la EHGNA se presenta en personas de todas las razas y grupos étnicos, es más común entre los hispanos, seguidos de los blancos no hispanos y los asiáticoamericanos, incluso los de ascendencia del este y sur de Asia. La enfermedad del hígado graso no alcohólica es menos común entre los negros no hispanos.
En promedio, las personas en los Estados Unidos de origen asiático con enfermedad del hígado graso no alcohólica tienen un índice de masa corporal (IMC) más bajo que los blancos no hispanos con la misma enfermedad. Los expertos piensan que los genes podrían ayudar a explicar algunas de las diferencias raciales y étnicas en la enfermedad del hígado graso no alcohólica.
¿Cuáles son las complicaciones de la enfermedad del hígado graso no alcohólica?
Las personas con EHGNA podrían desarrollar complicaciones hepáticas u otros problemas de salud.
Complicaciones hepáticas
Las personas con hígado graso no relacionado con el alcohol por lo general no desarrollan complicaciones hepáticas, aunque tienen un mayor riesgo de presentar otros problemas de salud.
Las personas con esteatohepatitis no alcohólica pueden desarrollar complicaciones hepáticas, como cirrosis y cáncer de hígado. Si la cirrosis causa insuficiencia hepática, es posible que el paciente necesite un trasplante de hígado.
Las personas con esteatohepatitis no alcohólica tienen una mayor probabilidad de morir por causas relacionadas con el hígado.
Otros problemas de salud
Las personas con enfermedad del hígado graso no alcohólica corren un mayor riesgo de presentar ciertos problemas de salud, como:
• enfermedad cardiovascular, que es la causa más común de muerte en personas que tienen EHGNA.
• diabetes tipo 2
• síndrome metabólico
• afecciones que podrían ser parte del síndrome metabólico, como presión arterial alta y concentraciones anormales de grasas (colesterol y triglicéridos) en la sangre.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad del hígado graso no alcohólica?
Por lo general, la enfermedad del hígado graso no alcohólica (EHGNA), que incluye el hígado graso no relacionado con el alcohol (HGNA) y la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), es una enfermedad silenciosa con pocos o ningún síntoma. Es posible que el paciente no tenga síntomas incluso si desarrolla cirrosis causada por la esteatohepatitis no alcohólica.
Si el paciente tiene síntomas, podría sentirse cansado o tener molestias en la parte superior derecha del abdomen.
¿Qué causa la enfermedad del hígado graso no alcohólica?
Los expertos todavía están estudiando las causas de la EHGNA. Las investigaciones sugieren que ciertas afecciones de salud, los genes, la dieta y el aparato digestivo podrían hacer a la persona más propensa a desarrollar enfermedad del hígado graso no alcohólica.
Afecciones de salud
Es más probable que una persona desarrolle enfermedad del hígado graso no alcohólica si tiene las siguientes afecciones de salud:
• sobrepeso u obesidad
• resistencia a la insulina o diabetes tipo 2
• concentraciones anormales de grasas en la sangre, que podrían incluir:
— concentraciones altas de triglicéridos
— concentraciones anormales de colesterol: colesterol total alto, colesterol LDL alto o colesterol HDL bajo
• síndrome metabólico o uno o más rasgos del síndrome metabólico. El síndrome metabólico es un grupo de rasgos y afecciones médicas relacionadas con el sobrepeso y la obesidad. Los médicos definen el síndrome metabólico como la presencia de tres de las siguientes características:
— cintura ancha
— concentraciones altas de triglicéridos en la sangre
— concentraciones bajas de colesterol HDL en la sangre
— presión arterial alta
— concentraciones de glucosa en la sangre más altas de lo normal o un diagnóstico de diabetes tipo 2
Presentar más de estas afecciones de salud aumenta la probabilidad de desarrollar esteatohepatitis no alcohólica. Adelgazar podría hacer que la esteatohepatitis no alcohólica se vuelva hígado graso no relacionado con el alcohol, y subirse de peso podría hacer que el hígado graso no relacionado con el alcohol se vuelva esteatohepatitis no alcohólica.
Genes
Los investigadores han descubierto que ciertos genes podrían aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedad del hígado graso no alcohólica. Estos genes podrían ayudar a explicar por qué la enfermedad del hígado graso no alcohólica es más común entre ciertos grupos raciales y étnicos. Los expertos todavía están estudiando los genes que podrían desempeñar un papel en la EHGNA.
La dieta y el aparato digestivo
Los investigadores están estudiando si las dietas ricas en fructosa, un azúcar que es parte del azúcar de mesa y que también se agrega comúnmente para endulzar bebidas y alimentos, podrían aumentar el riesgo de la enfermedad del hígado graso no alcohólica.
Los científicos también han examinado la relación entre la enfermedad del hígado graso no alcohólica y los microbiomas, es decir, las bacterias en el tubo digestivo que ayudan con la digestión. Los estudios han encontrado diferencias entre los microbiomas de las personas que tienen enfermedad del hígado graso no alcohólica y las que no. Los expertos todavía están estudiando cómo los microbiomas pueden afectar la enfermedad del hígado graso no alcohólica.
¿Es la enfermedad del hígado graso no alcohólica la única causa de hígado graso?
El hígado graso podría tener otras causas además de la enfermedad del hígado graso no alcohólica. Si las pruebas médicas sugieren que el paciente tiene una acumulación de grasa en el hígado, el médico podría hacerle preguntas u ordenar pruebas para encontrar otras causas.
Enfermedad del hígado relacionada con el alcohol
La grasa se puede acumular en el hígado debido a una enfermedad del hígado relacionada con el alcohol: lesión al hígado y su función debido al exceso de consumo de alcohol. Si el paciente tiene antecedentes de consumo excesivo de alcohol y grasa en el hígado, el médico podría determinar que tiene una enfermedad del hígado relacionada con el alcohol y no una enfermedad del hígado graso no alcohólica.
Si el paciente corre riesgo de desarrollar enfermedad del hígado graso no alcohólica y además bebe en exceso, podría tener EHGNA y enfermedad del hígado relacionada con el alcohol al mismo tiempo. Ninguna prueba puede determinar fácilmente cuáles de estos factores tiene mayor influencia.
Otras causas
Entre otras causas de exceso de grasa en el hígado, tenemos:
• trastornos, conocidos como lipodistrofias, que hacen que el cuerpo use o almacene grasa de manera inadecuada
• adelgazamiento rápido o desnutrición
• algunos medicamentos, incluso los corticosteroides, el tratamiento del VIH, estrógenos, ciertos medicamentos utilizados para tratar el cáncer y otros
• exposición a algunas toxinas
• enfermedades genéticas raras, como la enfermedad de Wilson e hipobetalipoproteinemia
¿Cómo diagnostican los médicos la enfermedad del hígado graso no alcohólica?
Los médicos se basan en la historia clínica, el examen físico y las pruebas del paciente para diagnosticar la enfermedad del hígado graso no alcohólica (EHGNA), que incluye el hígado graso no relacionado con el alcohol (HGNA) y la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).
Historia clínica
El médico le preguntará al paciente si tiene antecedentes de afecciones de salud que lo hagan más propenso a desarrollar enfermedad del hígado graso no alcohólica, como:
• sobrepeso u obesidad
• resistencia a la insulina o diabetes tipo 2
• concentraciones altas de triglicéridos o concentraciones anormales de colesterol en la sangre
síndrome metabólico
El médico le preguntará además acerca de los factores de la dieta y el estilo de vida que podrían aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedad del hígado graso no alcohólica, como la falta de actividad física, una dieta rica en azúcar o el consumo de bebidas azucaradas.
El médico también le preguntará sobre otras causas de la enfermedad del hígado o grasa en el hígado. El médico le preguntará sobre su consumo de alcohol para determinar si la grasa en el hígado es una señal de enfermedad del hígado relacionada con el alcohol o de enfermedad del hígado graso no alcohólica.
Examen físico
Durante un examen físico, el médico generalmente examina el cuerpo del paciente y verifica su peso y estatura para calcular su índice de masa corporal. El médico buscará señales de hígado graso no relacionado con el alcohol o de esteatohepatitis no alcohólica, como:
• hígado agrandado
• señales de resistencia a la insulina, como manchas oscuras en la piel sobre los nudillos, los codos y las rodillas
• señales de cirrosis, como agrandamiento del bazo, ascitis y pérdida de masa muscular
¿Qué pruebas usan los médicos para diagnosticar la enfermedad del hígado graso no alcohólica?
Los médicos se basan en el análisis de sangre, pruebas de diagnóstico por la imagen y, a veces, una biopsia del hígado para diagnosticar la enfermedad del hígado graso no alcohólica y diferenciar entre hígado graso no relacionado con el alcohol y esteatohepatitis no alcohólica.
Análisis de sangre
Un profesional de la salud podría tomar una muestra de sangre del paciente y enviarla a un laboratorio. El médico podría sospechar una enfermedad del hígado graso no alcohólica si el análisis de sangre muestra un aumento en las concentraciones de las enzimas hepáticas: alanina aminotransferasa (ALT) y aspartato aminotransferasa (AST).
El médico podría usar los resultados de los análisis de sangre de rutina para calcular puntuaciones especiales, como FIB-4 o APRI. Estas puntuaciones pueden ayudar a los médicos a identificar o descartar fibrosis hepática avanzada o cicatrización.
El médico podría ordenar análisis de sangre adicionales para determinar si el paciente tiene otras afecciones de salud que podrían aumentar sus concentraciones de enzimas hepáticas.
Pruebas de diagnóstico por la imagen
Las pruebas de diagnóstico por la imagen rutinarias pueden mostrar si el paciente tiene grasa en el hígado. Estas pruebas no pueden mostrar inflamación o fibrosis, por lo que el médico no puede usarlas para determinar si el paciente tiene hígado graso no relacionado con el alcohol o esteatohepatitis no alcohólica. Si el paciente tiene cirrosis, las pruebas de diagnóstico por la imagen podrían mostrar nódulos, o bultos, en el hígado.
El médico podría usar las siguientes pruebas de diagnóstico por la imagen para ayudar a diagnosticar la enfermedad del hígado graso no alcohólica:
• Ecografía, en la que un dispositivo llamado transductor emite ondas de sonido seguras e indoloras que rebotan de los órganos para crear una imagen o una fotografía de su estructura.
• Tomografía computarizada (TC), que usa una combinación de radiografías y tecnología computarizada para crear imágenes del hígado.
• Imágenes por resonancia magnética (IRM), que usan ondas de radio e imanes para producir imágenes detalladas de los órganos y tejidos blandos sin necesidad de radiografías.
• Elastografía un tipo más nuevo de pruebas de diagnóstico por la imagen que puede ayudar a determinar si el paciente tiene fibrosis hepática avanzada. En algunos casos, los médicos pueden solicitar elastografías para medir la rigidez del hígado. El aumento de la rigidez del hígado puede ser una señal de fibrosis. Los tipos de elastografía más utilizados son:
• elastografía transitoria controlada por vibración, un tipo especial de ecografía
• elastografía por ondas transparentes, otro tipo de ecografía para detectar un aumento de la rigidez del hígado
• elastografía por resonancia magnética, un tipo especial de resonancia magnética para medir la rigidez del hígado
Biopsia del hígado
La biopsia del hígado es la única prueba que puede confirmar un diagnóstico de EHNA y mostrar claramente la gravedad de la enfermedad. La biopsia del hígado puede mostrar fibrosis en etapas más tempranas que la elastografía. Sin embargo, los médicos no recomiendan una biopsia del hígado para todas las personas con sospecha de enfermedad del hígado graso no alcohólica.
El médico podría recomendar una biopsia del hígado si es más probable que el paciente tenga esteatohepatitis no alcohólica con fibrosis avanzada o si sus otras pruebas muestran señales de enfermedad hepática avanzada o cirrosis. En algunos casos, los médicos podrían recomendar una biopsia del hígado para descartar otras enfermedades hepáticas.
Durante una biopsia del hígado, el médico extraerá pequeñas muestras de tejido del hígado. Un patólogo examinará el tejido bajo el microscopio en busca de señales de lesión o enfermedad.
¿Cómo tratan los médicos la enfermedad del hígado graso no alcohólica?
Los médicos recomiendan adelgazar para tratar la enfermedad del hígado graso no alcohólica, ya sea por hígado graso no relacionado con el alcohol o por esteatohepatitis no alcohólica. Adelgazar puede reducir la grasa, la inflamación y la fibrosis o cicatrización en el hígado.
Si el paciente tiene sobrepeso u obesidad, adelgazar (en inglés) eligiendo alimentos saludables, limitando el tamaño de las porciones y manteniéndose físicamente activo (en inglés) puede mejorar la enfermedad del hígado graso no alcohólica, ya sea el hígado graso no relacionado con el alcohol o la esteatohepatitis no alcohólica.
Perder por lo menos 3% a 5% del peso corporal puede reducir la grasa en el hígado. Es posible que se deba perder entre un 7% y un 10% del peso corporal para reducir la inflamación y la fibrosis del hígado. La actividad física sola, incluso sin adelgazar, también es beneficiosa.
Los médicos recomiendan perder peso gradualmente para mejorar la EHGNA. El adelgazamiento rápido y la desnutrición pueden empeorar la enfermedad hepática.
Medicamentos
No se han aprobado medicamentos para tratar la EHGNA, ya sea el HGNA o la EHNA. Sin embargo, los investigadores están estudiando medicamentos que podrían mejorar estas afecciones.
Por razones de seguridad, se debe consultar con el médico antes de usar suplementos dietéticos, como vitaminas, o cualquier medicamento o prácticas médicas de tipo complementario o alternativo. Algunos remedios a base de hierbas podrían en realidad dañar el hígado.
¿Cómo tratan los médicos las complicaciones de la esteatohepatitis no alcohólica?
Si la EHNA avanza hasta causar cirrosis, los médicos pueden tratar muchas complicaciones de la cirrosis con medicamentos, procedimientos médicos menores y cirugía. Las personas con insuficiencia hepática o cáncer de hígado podrían requerir un trasplante de hígado para restaurar su salud.
¿Cómo se previene la enfermedad del hígado graso no alcohólica?
Es posible que se pueda prevenir la EHGNA haciendo actividad física con regularidad, consumiendo una dieta saludable, limitando el tamaño de las porciones y manteniendo un peso saludable.
¿Cómo puede la dieta ayudar a prevenir o tratar la enfermedad del hígado graso no alcohólica?
Si una persona no tiene EHGNA, ya sea HGNA o EHNA, es posible que pueda prevenir estas afecciones si lleva una dieta saludable, limita el tamaño de las porciones y mantiene un peso saludable.
Si una persona tiene EHGNA, el médico podría recomendarle adelgazar gradualmente (en inglés) si tiene sobrepeso o tiene obesidad.
El médico podría sugerir cambios en la dieta como:
• limitar la ingesta de grasas, que son altas en calorías y aumentan la probabilidad de que la persona desarrolle obesidad
• reemplazar las grasas saturadas y grasas trans de la dieta por grasas insaturadas, especialmente ácidos grasos omega-3, que podrían reducir la probabilidad de una enfermedad cardíaca en las personas que tienen enfermedad del hígado graso no alcohólica
• comer más alimentos con un índice glucémico bajo, como la mayoría de las frutas, verduras y cereales integrales. Estos alimentos afectan menos la glucosa en la sangre que los alimentos con un índice glucémico alto, como el pan blanco, el arroz blanco y las papas
• evitar alimentos y bebidas que contengan grandes cantidades de azúcares simples, especialmente fructosa. La fructosa se encuentra en los refrescos endulzados, bebidas deportivas, té endulzado y jugos. El azúcar de mesa, conocida como sacarosa, se convierte rápidamente en glucosa y fructosa durante la digestión y, por lo tanto, es una fuente importante de fructosa.
Si la persona tiene EHGNA, debe minimizar el consumo de alcohol, que puede dañar aún más el hígado. (National Institutes of Health)