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Una investigación de la UGR revela que los conductores jóvenes y hombres pueden sufrir más accidentes cuando van acompañados con amigos
El estudio El problema del ‘conductor joven hombre’: relación entre el clima de conducción segura entre amigos, la presión de grupo y los estilos de conducción, publicado por el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad de Granada, ha concluido que existen diferencias claras en la seguridad de la conducción según el sexo del conductor, la compañía que lleve en el vehículo y el destino del trayecto.
La conclusión es que el peligro de accidente se incrementa cuando el conductor es un hombre joven, acompañado de viajeros de la similar edad y mismo sexo y cuando el objetivo de la conducción es ir de fiesta.
El trabajo ha consistido en una medición de los estilos de conducción de los jóvenes españoles entre 18 y 25 años, aplicando distintas escalas a 459 encuestados, en las que se consideraron factores de presión de grupo, coste de conducir con otros, comunicación sobre cuestiones de tráfico y compromiso con una conducción segura.
Según ha explicado la profesora Cándida Castro, “este estudio analiza el comportamiento de conducción de los conductores jóvenes al adaptar nuevas escalas que demuestran la complejidad de la influencia de conducir con amigos. Estas escalas pueden utilizarse tanto para detectar la propensión a conducir de forma arriesgada como para planear intervenciones específicas con los conductores jóvenes”.
Para la realización de la investigación, se han adaptado al contexto de la conducción en España dos instrumentos utilizados en Estados Unidos para análisis similares: SDCaF (Safe Driving Climate among Friends) y RPI (Resistance to Peer Influence), que miden cómo influye en la conducción el clima generado por los amigos que acompañan al conductor y, en el segundo caso, la resistencia de los conductores/as jóvenes ante sus amigos.
Como explica la investigadora, el estudio ha encontrado que “los factores de presión y coste por conducir con amigos, según el cuestionario SDCaF, se asociaron con estilos de conducción desadaptativos, es decir, temerario, agresivo y distraído.
Sin embargo, su relación fue negativa con estilos definidos como cautelosos o de reducción de estrés”.
Por otro lado, las puntuaciones fueron mayores en los factores comunicación y compromiso cuando la conductora era mujer, los pasajeros eran también mujeres y cuando se conducía a un lugar distinto al de ir de fiesta.
“Encontramos que las conductoras jóvenes puntúan más alto en factores como comunicación sobre cuestiones de tráfico y compromiso con la conducción segura. Y sí, estos factores se asocian positivamente con los estilos de conducción cauteloso y de reducción de estrés”, señala Cándida Castro.
Sobre las conclusiones del estudio, la académica indica que resultan de importancia para tener evidencia clara respecto al tema y poder tomar acciones concretas para solucionarlo.
“Esperamos que esta comprensión más amplia impulse los esfuerzos para reducir la conducción imprudente entre los conductores jóvenes y, en última instancia, haga que las carreteras sean más seguras para todos”, puntualiza.