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Mata Atlántica: la mayor parte tiene menos de 30% de vegetación nativa
La Mata Atlántica es el bioma que más ha sufrido alteraciones en la cobertura y uso de la tierra en Brasil entre 1985 y 2023.
En 39 años, su territorio ha visto un aumento del 91% en el área agrícola, pero también ha registrado una cierta recuperación de la vegetación nativa en el 45% de los municipios después de la implementación del Código Forestal en el país, según un análisis de Mapbiomas.
Con solo un 31% de cobertura vegetal preservada y un 67% de ocupación y actividades humanas en la región, la Mata Atlántica continúa perdiendo vegetación. Durante el período analizado, la reducción fue del 10%, es decir, 3,7 millones de hectáreas.
El estudio muestra que, actualmente, el 60% de los municipios donde está presente la Mata Atlántica mantiene menos del 30% de su vegetación nativa, y a lo largo de todos estos años, solo los estados de Río de Janeiro, Río Grande del Norte y São Paulo lograron recuperar más de lo que perdieron de su bioma.
Donde hubo pérdida de área natural, el tipo de cobertura más afectada fue el bosque, lo que incluye formaciones savánicas y forestales, manglares y restinga arbórea. De esta clase, se perdieron 2,7 millones de hectáreas entre 1985 y 2023.
La formación campestre, a pesar de perder menos en extensión, con la conversión de 2,45 millones de hectáreas, fue la que más disminuyó proporcionalmente. En los 39 años, el 27% de esta clase fue convertida, principalmente en áreas de agricultura y pastoreo.
“La Mata Atlántica convive simultáneamente con la deforestación y la regeneración, pero en regiones que no coinciden. Aún perdemos bosques en las regiones donde aún queda una proporción relevante de remanentes y ganamos donde la devastación ocurrió hace décadas y quedó muy poco”, señala Luis Fernando Guedes Pinto, director ejecutivo de la Fundación SOS Mata Atlântica.
A pesar de que las pasturas ocupan el 26,23% de todo el territorio donde la Mata Atlántica es nativa, la agricultura fue la que más avanzó.
De 1985 a 2023, el área agrícola en toda la Mata Atlántica pasó de 10,6 millones de hectáreas a 20,2 millones de hectáreas. Los estados de Río Grande del Norte, Mato Grosso del Sur y São Paulo fueron los más afectados proporcionalmente por esta conversión.
La soja y la caña de azúcar representan el 87% de los cultivos temporales en el territorio del bioma, que también produce arroz, algodón y otros cultivos en esta modalidad. En 39 años, el cultivo de caña de azúcar avanzó sobre 4,2 millones de hectáreas y la soja alcanzó más de 8,2 millones de hectáreas hasta 2023.
La silvicultura también avanzó en estos últimos 39 años, con más de 3,6 millones de hectáreas de bosques plantados, representando el 50% de la práctica en todo el país. La mayor parte de la silvicultura en la Mata Atlántica, el 60%, se plantó en los estados de Santa Catarina, Paraná y Bahía.
Cuando se considera el total del área ocupada por la agropecuaria, que incluye además de la agricultura y las pasturas, los mosaicos de uso y la silvicultura, son 71,99 millones de hectáreas convertidas hasta 2023.
A pesar de toda la presión de la acción humana sobre la Mata Atlántica, un dato sobre la deforestación llamó la atención en 2023, cuando hubo una reducción del 49% en este tipo de acción en el bioma, en comparación con el año 2000. Según Guedes Pinto, estos avances señalan un camino.
“La deforestación cero y la restauración a gran escala garantizarán el futuro del bioma, contribuirán a enfrentar las crisis globales del clima y la biodiversidad, garantizarán servicios ecosistémicos y evitarán tragedias a nivel local”, concluye. (Fabíola Sinimbú/Agência Brasil)