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La picazón del herpes zóster
Si usted alguna vez tuvo varicela, puede estar en riesgo de una enfermedad muy dolorosa llamada herpes zóster, a medida de que envejece. El herpes zóster es un sarpullido y una enfermedad neurológica causada por un virus, que en ocasiones puede ser muy tormentosa. Afortunadamente, usted puede tomar medidas para evitar el herpes zóster o aliviar los efectos graves.
El herpes zóster generalmente afecta a los adultos después de los 50 años, aunque puede atacar a cualquier edad.
El herpes zóster se debe a la varicela-zóster, el mismo virus que causa la varicela. Una vez que haya tenido varicela, el virus permanece con usted toda la vida, oculto e inactivo en sus células nerviosas. Su sistema inmunológico impide que la varicela regrese. Sin embargo, más adelante en la vida, el virus puede resurgir y causar herpes zóster (también conocido como culebrilla).
El herpes zóster no es algo que otra persona le pueda contagiar. Sin embargo, sí es posible que una persona con una erupción cutánea de herpes zóster le transmita el virus de la varicela a alguien que nunca haya tenido varicela ni haya sido vacunada contra la varicela. Si eso llegara a suceder, la otra persona se contagiaría con varicela, más no con herpes zóster.
El herpes zóster puede causar sensibilidad en la piel, desde una picazón leve a un severo dolor e inclusive ardor, hormigueo o entumecimiento. Un sarpullido con ampollas llenas de líquido casi siempre aparece en sólo un lado de la cara o cuerpo. Esta erupción suele durar entre 7 y 10 días. Otros síntomas pueden incluir escalofríos, fiebre, malestar estomacal y dolor de cabeza.
El herpes zóster puede dar pie a algunos problemas serios. Si aparece en su rostro, puede afectar su audición y a la vista. Puede causar daño ocular permanente o ceguera.
Después de que la erupción desaparece, el dolor puede persistir durante meses o años, sobre todo en las personas mayores. Este dolor duradero, llamado neuralgia post-herpética, afecta a casi 1 de cada 3 personas mayores con el herpes zóster. El dolor puede ser tan intenso que incluso el tacto más suave o brisa pueden resultar insoportables.
Un tratamiento a tiempo puede reducir la duración de la infección y reducir el riesgo de complicaciones graves.
Para tratar el herpes, su médico puede recetar medicamentos antivirales para ayudar a combatir el virus de la varicela-zóster. Los esteroides pueden disminuir el dolor y acortar el tiempo que usted está enfermo. Otros tipos de medicamentos también pueden aliviar el dolor.
Afortunadamente, una vacuna llamada Zostavax puede ayudar a prevenir la culebrilla o disminuir su gravedad.