Mundo |
El poder de los árboles en la mitigación de inundaciones
Mientras el sur de Brasil enfrenta una de las peores tragedias de su historia, causada por lluvias intensas que elevaron el nivel de los ríos y provocaron inundaciones devastadoras, algunos expertos recuerdan la importancia de los árboles para la prevención y mitigación del impacto de las crecidas de las aguas.
Más del 90 por ciento de las 497 ciudades del estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, fueron afectadas. Al 31 de mayo, Defensa Civil del estado ya había confirmado 169 muertos y 806 heridos. Más de 580.000 personas están sin hogar y más de 2,3 millones se han visto afectadas de alguna manera.
El problema no es aislado. Por el momento, Colombia también enfrenta crecidas e inundaciones, en especial con las lluvias que provocaron la rotura del dique Caregato, en la región de La Mojana, en el departamento de Bolívar.
Consecuencia directa de los fenómenos climáticos extremos derivados del calentamiento global, las inundaciones que azotan a varios países pueden mitigarse con acciones locales basadas en recursos naturales, como la preservación y la plantación de árboles.
“Los árboles son algunos de los ‘puentes’ más importantes hacia un futuro con un clima estable en un planeta habitable”, afirmó la directora ejecutiva del Centro Internacional para la Investigación Forestal y Agroforestal Mundial (CIFOR-ICRAF), Éliane Ubalijoro.
Especialista en agricultura y genética molecular, Ubalijoro explicó que los árboles aumentan la materia orgánica del suelo, transformándola en una “esponja” capaz de absorber hasta 50 veces más agua en comparación con los suelos degradados.
Las raíces también fortalecen las capas del suelo, creando pilares naturales de sustentación contra el movimiento del suelo. Además, los árboles pueden reducir los niveles de humedad del suelo mediante la interceptación, la evaporación y la transpiración, disminuyendo el riesgo de deslizamientos de tierra.
Karla Maria Silva de Faria, profesora del Instituto de Estudios Socioambientales de la Universidad Federal de Goiás (Iesa/UFG), en Brasil, agregó que la presencia de árboles, arbustos y otras plantas en las franjas marginales de los canales de drenaje actúa como barrera natural, contribuyendo a la absorción del agua de lluvia y reduciendo la cantidad de agua que escurrirá directamente a los ríos.
“Esta barrera garantiza un proceso de desaceleración del flujo de agua que se mueve sobre la superficie. Esto permite una absorción más eficiente del agua y también contribuye a reducir los picos de inundaciones”, destacó Faria.
Sin embargo, la conservación y plantación de árboles debe hacerse con planificación. Por eso, al orientar las iniciativas de restauración y forestación, CIFOR-ICRAF aboga por el enfoque de “árbol correcto, en el lugar correcto, para el propósito correcto”.
Según Ubalijoro, no todos los árboles son aptos para todos los lugares. “La elección de las especies y la ubicación es fundamental para aprovechar al máximo los beneficios de la protección contra inundaciones y aumentar la probabilidad de supervivencia de las plantaciones a largo plazo”, explicó.
Por tanto, la selección de las especies debe tener en cuenta el ecosistema y las particularidades del relieve. Plantar especies de árboles grandes y pesados demasiado cerca de cursos de agua, por ejemplo, puede aumentar el riesgo de inundaciones.
Faria señaló que, en Brasil, la legislación prevé que la plantación de árboles esté incluida durante el proceso de ocupación. La experta forma parte del equipo técnico-científico del Plan Maestro de Drenaje Urbano de Goiânia (PDDU-GYN), otra capital brasileña que sufre inundaciones.
“El plan maestro preverá qué áreas serán ocupadas e indicará las estrategias del proyecto de forestación y los mecanismos regulares de ocupación que van a prevenir problemas socioambientales”, señaló.
La organización del espacio urbano debe tener en cuenta estos corredores naturales de prevención de inundaciones. Faria explicó que las Áreas de Protección Permanente (APP), que corresponden a franjas de vegetación marginal a lo largo de canales de drenaje, no deben ser ocupadas por actividades humanas, porque son áreas naturalmente sujetas a inundaciones.
Los especialistas también destacan la necesidad de involucrar a las comunidades locales y otras partes interesadas en la planificación. La elección de especies que aporten beneficios a la seguridad alimentaria y los medios de vida, como las frutas cosechables, por ejemplo, puede aumentar las posibilidades de aceptación y protección local.
Además de los efectos locales en los centros urbanos, los árboles son aliados importantes en la mitigación de problemas climáticos globales. “Los árboles son las máquinas mágicas que necesitamos para combatir el cambio climático. Son esenciales para reparar nuestros sistemas alimentarios dañados, proporcionar alimentos, nutrientes y puntos críticos de biodiversidad, y apoyar la agricultura sostenible”, concluyó la directora ejecutiva de CIFOR-ICRAF. (SciDev.Net)