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Un retrato de galaxias en interacción marca el segundo aniversario de Webb
¡Dos galaxias para celebrar dos años! Un dúo de galaxias en interacción conmemora el segundo aniversario de operaciones científicas del telescopio espacial James Webb de la NASA. Este telescopio lleva a cabo observaciones constantes, lo que incluye obtener imágenes con datos muy detallados conocidas como espectros. Y sus operaciones han conducido a un “desfile” de descubrimientos por parte de astrónomos de todo el mundo.
“En solo dos años, Webb ha transformado nuestra visión del universo, permitiendo llevar a cabo el tipo de investigaciones científicas de primera categoría que impulsó a la NASA a hacer realidad esta misión”, dijo Mark Clampin, director de la División de Astrofísica en la sede de la NASA en Washington.
La especialización del telescopio en la captura de luz infrarroja —la cual está más allá de lo que nuestra propia vista puede detectar— muestra a estas galaxias, conocidas colectivamente como Arp 142, unidas en una lenta danza cósmica.
Las observaciones de Webb, las cuales combinan la luz del infrarrojo cercano y medio captadas por la cámara de infrarrojo cercano y el instrumento de infrarrojo medio (NIRCam y MIRI, por sus siglas en inglés) de Webb, respectivamente, muestran claramente que las galaxias están acompañadas de una neblina, que es una mezcla de estrellas y gases representada en azul, como resultado de su abrazo.
Su interacción en curso se puso en marcha entre 25 y 75 millones de años atrás, cuando las galaxias del Pingüino (catalogada individualmente como NGC 2936) y el Huevo (NGC 2937) completaron su primer pase. Continuarán abrazadas en su danza, efectuando varias vueltas adicionales antes de fusionarse como una sola galaxia dentro de cientos de millones de años.
Antes de su primer acercamiento, la galaxia del Pingüino tenía forma de espiral. Actualmente, su centro galáctico brilla como un ojo, y sus brazos extendidos ahora dan forma a un pico, una cabeza, una columna vertebral y una cola desplegada.
Como todas las galaxias espirales, el Pingüino sigue teniendo gran abundancia de gas y polvo.
La “danza” de las galaxias tiró gravitacionalmente de las regiones más delgadas de gas y polvo del Pingüino, haciendo que se estrellaran en oleadas y formaran estrellas.
Esas regiones pueden observarse en dos lugares: en lo que parece un pez en su “pico” y en las “plumas” de su “cola”.
Alrededor de estas estrellas más nuevas hay un material similar al humo formado por moléculas que contienen carbono, conocidas como hidrocarburos aromáticos policíclicos, los cuales Webb es capaz de detectar de forma excepcional.
El polvo, visto como arcos anaranjados más tenues y profundos, también se precipita desde el pico hasta las plumas de la cola.
Por el contrario, la forma compacta de la galaxia del Huevo permanece prácticamente inalterable. Al ser una galaxia elíptica, está repleta de estrellas envejecidas y se puede extraer de ella mucho menos cantidad de gases y polvo para formar nuevas estrellas.
Si ambas fueran galaxias espirales, cada una terminaría el primer “giro” con una nueva formación de estrellas y bucles en espiral, conocidos como colas de marea.
Esta es otra razón para la apariencia imperturbable del Huevo: estas galaxias tienen aproximadamente la misma masa o peso, por lo que la elíptica de aspecto más pequeño no fue consumida ni distorsionada por el Pingüino.
Se estima que el Pingüino y el Huevo están a unos 100.000 años luz de distancia entre sí, lo que es bastante cerca en términos astronómicos.
Para dar un contexto, la galaxia de la Vía Láctea y nuestra vecina más cercana, la galaxia de Andrómeda, están a unos 2,5 millones de años luz de distancia. Ellas también interactuarán, pero eso no ocurrirá hasta dentro de unos 4.000 millones de años.