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    ¿Sabe reconocer un ataque cardíaco o un ACV?

    Cuando se trata de afecciones que ponen en riesgo la vida, como un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular (ACV), cada minuto es crucial. Aprenda a reconocer los signos y los síntomas de estas amenazas para la salud.



    Qué hacer cuando cada minuto cuenta. Foto: Institutos Nacionales de la Salud


    Si cree que usted o alguien más puede estar sufriendo un ataque cardíaco o un ACV, busque ayuda médica de inmediato. Una reacción rápida puede salvar su vida o la de otra persona.

    Los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares se producen por interrupciones en el flujo normal de sangre al corazón o al cerebro, dos órganos fundamentales para vivir. Sin acceso a nutrientes y sangre oxigenada, las células del corazón o del cerebro comienzan a funcionar mal y mueren.

    Esta muerte celular puede provocar una serie de efectos dañinos en todo el cuerpo. Los cambios finalmente conducen a los síntomas conocidos de una emergencia cardíaca o cerebral.

    Quizás conozca los síntomas más comunes de un ataque cardíaco: dolor aplastante y prolongado en el pecho y dificultad para respirar. El ataque cardíaco también puede producir transpiración fría, frecuencia cardíaca elevada, dolor en el brazo izquierdo, endurecimiento de la mandíbula o dolor en el hombro.

    Muchas personas no saben que a menudo los síntomas del ataque cardíaco en las mujeres son distintos que los que presentan los hombres. Por ejemplo, en lugar de experimentar dolor en el pecho, durante un infarto las mujeres se sienten extremadamente agotadas y fatigadas o tienen náuseas e indigestión.

    "Muchas mujeres tiene un sentido impreciso de pánico, un sentimiento de tipo 'No me siento muy bien y no sé por qué'", explica la Dra. Patrice Desvigne-Nickens, experta del NIH en salud cardíaca.

    Entre los síntomas de accidente cerebrovascular se incluyen dificultad repentina para ver, hablar o caminar y sensaciones de debilidad, insensibilidad, mareo y confusión. "Algunas personas sufren un dolor de cabeza intenso, inmediato y fuerte, distinto a cualquier otro dolor de cabeza que hayan tenido", cuenta la Dra. Salina Waddy, experta del NIH en accidentes cerebrovasculares.

    Ante la primera aparición de cualquiera de estos síntomas, la reacción rápida, ya sea suya o de alguien que conoce o que esté cerca, puede marcar una gran diferencia. Las investigaciones financiadas por el NIH han ayudado a garantizar que anualmente sobrevivan más personas a los ataques cardíacos y a los accidentes cerebrovasculares. Ahora contamos con dispositivos, medicamentos y procedimientos que pueden ayudar a limitar el daño al corazón y al cerebro luego de un ataque, siempre y cuando la ayuda médica llegue pronto.

    Si se priva al corazón de sangre por mucho tiempo, generalmente más de 20 minutos, el músculo cardíaco puede quedar dañado irreversiblemente, explica Desvigne-Nickens. "Tiene que encontrarse en el hospital, porque se corre el riesgo de sufrir un paro cardíaco [la detención del corazón]", lo que puede ser mortal. En el hospital, los médicos le administrarán fármacos para disolver los coágulos de sangre y realizarán otros procedimientos de emergencia.

    Con los ACV, explica Waddy, "mientras más se espera, más células cerebrales mueren", y mayor es la posibilidad de daño permanente o discapacidad.

    El tratamiento de emergencia para el ACV depende del tipo de accidente cerebrovascular. El tipo más común es el accidente cerebral isquémico, provocado por un coágulo que bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro. El medicamento tPA que disuelve los coágulos funciona mejor cuando se suministra apenas aparecen los síntomas. Las investigaciones financiadas por el NIH demuestran que los pacientes que recibieron tPA dentro de las primeras 3 horas del inicio del ACV tuvieron más probabilidades de recuperarse por completo.

    Otros accidentes son provocados por una hemorragia; es decir, cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro del cerebro. "El paciente puede sufrir una hemorragia mayor dentro de las 3 primeras horas", cuenta Waddy. Un equipo médico en un hospital puede ayudar a contener la hemorragia, así que cada minuto es crucial.

    Incluso si no está seguro, no tenga vergüenza y no dude en llamar al 9-1-1 si cree que está teniendo un ataque cardíaco o un ACV. "Nunca debe buscar las llaves del auto. Su cónyuge no debe llevarlo al hospital", recomienda Desvigne-Nickens. "El personal de emergencias está capacitado para tratar los síntomas y ello podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte".

    Un ataque cardíaco o un ACV le pueden suceder a cualquiera, pero los riesgos aumentan con la edad. Los antecedentes familiares de ataque cardíaco o ACV también aumentan los riesgos. Sin embargo, algunos factores de riesgo para el ataque cardíaco y ACV están dentro de su control. El tratamiento de estos puede reducir considerablemente los riesgos.

    "Si sufre de hipertensión, colesterol alto o diabetes, trabaje con su médico para controlar estas afecciones", dice Waddy. "Conozca sus valores [de presión arterial, azúcar en sangre y colesterol] y sepa lo que significan".

    También puede prepararse para una emergencia médica, en cierto grado. Puede suceder que el hospital no tenga acceso a su historia clínica cuando usted llegue. Conserve la información médica importante a mano, como los medicamentos que toma, las alergias que tiene y los contactos de emergencia. Es importante que el equipo médico sepa, por ejemplo, si ha estado tomando anticoagulantes para prevenir la formación de coágulos de sangre; estos diluyentes de la sangre aumentan los riesgos de hemorragia. Puede pensar en llevar consigo una tarjeta para billetera del NIH; esta enumera los síntomas de un ataque cardíaco y tiene lugar para anotar información médica personal.

    Los investigadores del NIH están estudiando nuevos fármacos y procedimientos para ayudar a que el cerebro y el corazón se reparen solos y mejoren el funcionamiento de los órganos. "Sin embargo, nada le ahorrará tiempo y salud tanto como la prevención", dice el Dr. Jeremy Brown, director de la Oficina de Investigación para Atención de las Emergencias del NIH. Los estudios demuestran que adoptar estilos de vida saludables puede ayudar a prevenir estas emergencias médicas en primer lugar. Consuma una dieta saludable, rica en proteínas, salvado y frutas y vegetales, y de bajo contenido en grasas saturadas. Realice actividad física regularmente y no fume.

    "Creo que lo más importante que podemos hacer es hacer un curso básico de primeros auxilios y RCP, recomienda Brown. "Sabemos que la mayoría de los paros cardíacos suceden fuera de hospitales y, de esa mayoría, muchos pueden salvarse si logramos que gente con una capacitación básica actúe rápidamente. La ambulancia nunca llegará tan rápido a la escena como un transeúnte".

    No importa si está o no capacitado para ofrecer ayuda, si ve que alguien tiene los síntomas de un ataque cardíaco o un ACV, pida ayuda inmediatamente.

    "Si está pensando en llamar al 9-1-1, hágalo", dice Desvigne-Nickens. "Si bien es cierto que otras afecciones pueden imitar los signos y los síntomas de un infarto o un ACV, es mejor que eso lo descubra el médico en la sala de emergencias". (Institutos Nacionales de la Salud)




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