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Síndromes mielodisplásicos
La médula ósea es el tejido esponjoso dentro de algunos de sus huesos, tales como la cadera y huesos de los muslos. Contiene células inmaduras, llamadas células madre. Las células madre pueden desarrollarse en los glóbulos rojos que transportan oxígeno a través de su cuerpo, los glóbulos blancos que combaten las infecciones y las plaquetas que ayudan con la coagulación de la sangre. Si usted tiene un síndrome mielodisplásico, las células madre no maduran hasta convertirse en células sanguíneas sanas. Esto deja menos espacio para las células sanas, lo cual puede conducir a una infección, anemia o sangrado.
Los síndromes mielodisplásicos no suelen provocar síntomas al principio y se encuentran a veces durante una prueba de sangre de rutina. Si usted tiene síntomas, éstos pueden incluir:
• Dificultad para respirar
• Debilidad o cansancio
• Piel más pálida que de costumbre
• Fácil aparición de moretones o sangrado
• Pequeñas manchas en la piel causadas por hemorragias
• Fiebre o infecciones frecuentes
Los síndromes mielodisplásicos son poco comunes. Las personas con mayor riesgo son las mayores de 60 años, quienes se hayan sometido a quimioterapia o radioterapia o hayan sido expuestos a ciertas sustancias químicas. Las opciones de tratamiento incluyen transfusiones, medicamentos, quimioterapia y trasplante de células madre de la sangre o la médula ósea. (NIH: Instituto Nacional del Cáncer)